domingo, mayo 01, 2011

Y si me preguntan por Thor...

Simplón, burdo, sin gracia, gratuito, de mal gusto y sobre todo completamente ajeno al comic. Quisiera regalar elogios, recalcar atinos, comentar el disfrute de una pieza bien lograda llevada a la pantalla con arte de uno de mis super héroes favoritos. Sin embargo no puedo.

Thor, el dios del trueno, hijo de Odin, el inmortal héroe del martillo convertido en un tonto. Es patético observar como MARVEL se consume en si misma creando una franquicia barata y obvia, en la cual todo el trabajo anterior es descategorizado por una alegoría a la estupidez norteamericana supuestamente llevada a la tierra de los dioses del norte de la mano de una bizarra versión contemporanea del comic creado por Jack Kirby y Stan Lee en 1962.

En cuanto a la trama y el desarrollo conceptual MARVEL se decanta por tomar la opción de Thor como hijo de Odín desde el principio; se olvida por completo del alter ego de Thor en la tierra(Midgard), el Dr. Don Blake, un estadounidense cojo de vacaciones en Noruega, que encontraba en una remota cueva un bastón mágico que al golpearlo, lo convertía en el dios Thor y su martillo, justo a tiempo para detener una invasión de los hombres de piedra de Saturno, dejándonos con la enducolorada versión del hijo rebelde en pugna con su hermano reprimido y envidioso por el trono de Asgard, en una alegoría a Cain y Abel(nuevamente) llena de contaminaciones familiares, lugares comunes y sobre todo una narrativa pobre.

Actuaciones patéticas, un romance lleno de clichés, Portman de acompañante tonta e insípida para un Thor carente de fuerza escénica, personalidad y talento.

Incluso detalles técnicos y de recursos de producción parecen sacados de una versión improvisada en una corto estudiantil para Youtube: el vestuario es completamente fuera de contexto y carente de diseño e investigación, los decorados pecan de someros y en general el diseño de producción es mediocre, miserable diría yo.

En cuanto a los efectos visuales se logran cosas que se logran siempre en películas de presupuestos industriales de Hollywood, sin embargo se quedan cortos a nivel conceptual, Asgard parece sacado de un set de videojuego pero sin los recursos del mismo: poder jugar con ello, descubrirlo por si mismo.

Quizá si no la has visto y tengas ganas como fan del género de verlo por ti mismo, yo como humilde amante del cine te recomiendo rentarla y verla cómodamente en la sala de tu casa dispuesto a pasar un par de horas fumándote un porro y pasando la tarde de Domingo sin tener que engrosar la cuenta de los exhibidores voraces de este país.